Daisy Sánchez Collazo

El pasado viernes 6 de junio, el presupuesto para el año fiscal 2025-2026 presentado por el alcalde de San Juan, Miguel Romero Lugo, fue aprobado con 14 votos a favor, o en contra y tres abstenciones. La delegación del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), en un acto de conciencia política, decidió abstenerse de la votación, argumentando que el documento carecía de información clave, recortaba significativamente fondos destinados a servicios esenciales y restringía el ejercicio legislativo de las minorías.

La portavoz del MVC en la legislatura municipal, la doctora Norma Devarie Díaz, aclaró la postura de su delegación: “Nuestra abstención no debe interpretarse como un rechazo absoluto al presupuesto; reconocemos que incluye proyectos valiosos para San Juan. Sin embargo, la falta de transparencia y las barreras impuestas al debate no pueden ser ignoradas".

Durante seis arduas sesiones, la Legislatura Municipal escuchó a 64 deponentes en cuatro días, con un promedio de seis por panel y 16 por jornada. A las minorías se les concedieron apenas siete minutos por panel, tiempo insuficiente para una discusión sustantiva. Las reglas de juego fueron establecidas por la mayoría, limitando la capacidad de las minorías para cuestionar, profundizar y exigir claridad.

Los directores de los departamentos municipales respondieron a las preguntas formuladas, afirmando en su mayoría que los fondos asignados eran suficientes para cumplir sus compromisos, pese a las reducciones en ciertas áreas. En particular, la Oficina para el Cumplimiento y Planificación Ambiental sufrió un recorte del 28 %, quedando con un presupuesto de $2,974,361. La Oficina de Servicios al Inmigrante recibió un aumento de $133,531, cifra que, dado el incremento en la demanda de sus servicios (reconocida por su directora) resultó insuficiente según nuestro criterio. Asimismo, la Oficina de Planificación y Ordenación Territorial vio su asignación reducida en un 4.09 %, quedando en $3,359,341. El departamento de la policía, según anunció Romero Lugo, tendría un aumento en sus filas de cien reclutas nuevos pero la realidad es que, al cuestionarse sobre los retiros y renuncias que se dan en la uniformada, sólo será un aumento de cincuenta reclutas lo que contradice lo planteado por el alcalde.

Precisamente en la oficina del alcalde hubo un aumento sustancial en la nomina para empleados de confianza. Este aumento se justificó con el traslado de varios empleados de otras dependencias que comenzaran supuestamente a cobrar su salario de esta oficina.

Otra area de relevancia son las proyecciones de ingresos. Estas son muy optimistas y es evidente que están infladas. No se justifica el "crecimiento" proyectado del impuesto sobre ventas y uso (IVU) , las patentes y los arbitrios lo que podría representar un problema con los gastos en el futuro.

Sin embargo, más allá de las cifras, el proceso dejó en evidencia una alarmante falta de transparencia. A las minorías se les entregó un documento presupuestario de 958 páginas con menos de 24 horas para su revisión, imposibilitando un análisis detallado. Además, se aprobó una moción que impedía solicitar documentos suplementarios si el deponente afirmaba que la información estaba incluida en el informe, sin que nadie actuara como árbitro para corroborar su veracidad.

Devarie Díaz denunció este proceder como una falta a los principios democráticos: “Nuestra voz representa a miles de sanjuaneros que votaron por nosotros, y nuestra responsabilidad es exigir información completa para emitir un voto consciente. No se puede legislar con los ojos vendados.” Ante la insistencia de la minoría por obtener más documentación, la respuesta de la mayoría fue contundente: se aprobó una moción que prohibía futuras solicitudes de información.

La tercera vista pública culminó en un clima de frustración y desorden, un cierre abrupto que refleja el desgaste del proceso. Lo que debía ser un ejercicio de deliberación terminó convertido en un mecanismo de imposición. A pesar del desencanto, esta experiencia deja lecciones valiosas: la necesidad de una piel más curtida ante las adversidades, la importancia de afilar la astucia política y, sobre todo, el aprendizaje de que la democracia no es solo votar, sino también garantizar que todas las voces sean escuchadas.