Daisy Sánchez Collazo

A pesar de la oposición firme y sostenida de las comunidades ribereñas, el alcalde de San Juan, Miguel Romero Lugo, continúa favoreciendo el proyecto de canalización del Río Piedras impulsado por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU. Esta postura quedó evidenciada con la aprobación de la Ordenanza 21 por mayoría legislativa, la cual autoriza servidumbres de paso en dos fincas propiedad del municipio, facilitando así la ejecución del proyecto.

La aprobación de esta ordenanza contradice directamente la Resolución Núm. 14, Serie 2024-2025, mediante la cual el Municipio adoptó oficialmente la "Resolución Comunitaria para el Manejo Integrado de la Cuenca Hidrográfica del Río Piedras". Esta resolución establece como política pública un modelo de desarrollo sostenible, resiliente y participativo, que exige que cualquier intervención en la cuenca considere criterios técnicos, sociales, ecológicos y comunitarios. Sin embargo, en la práctica, las preocupaciones de las comunidades afectadas han sido ignoradas, y se continúa promoviendo un proyecto que amenaza con destruir hábitats, desplazar familias y fragmentar redes vecinales.

El Río Piedras, conocido originalmente como el “Río de las Piedras”, es una arteria ecológica e histórica de San Juan. Su presencia está documentada desde el siglo XVI como parte del antiguo Hato del Río de las Piedras. En 1714, se fundó el poblado de El Roble a orillas del río, que más tarde se convirtió en Río Piedras. Esta ciudad fue clave en el desarrollo agrícola de Puerto Rico, destacándose en la producción de caña de azúcar, café, algodón y casabe. Su ubicación estratégica entre San Juan y el interior de la isla la convirtió en un centro de transporte, comercio y educación, especialmente tras la fundación de la Universidad de Puerto Rico en 1903.

Hoy, el Río Piedras es el único río urbano de San Juan y sigue siendo un eje vital para la biodiversidad, la regulación climática y la vida comunitaria. Sus márgenes albergan especies nativas, zonas verdes y comunidades vibrantes que dependen de su integridad ecológica. La canalización propuesta amenaza con destruir más de 600 árboles y expropiar hasta 300 hogares, afectando gravemente el equilibrio ambiental y social de la zona.

En respuesta a esta situación, la delegación del Movimiento Victoria Ciudadana presentó ante la Legislatura Municipal de San Juan la Ordenanza 22-23, con el objetivo de establecer como política pública la protección, restauración ecológica y manejo participativo de la cuenca del Río Piedras. Este proyecto propone:

  • Rechazar el proyecto de canalización en su forma actual por no cumplir con criterios de sustentabilidad ni participación ciudadana.
  • Respaldar la Resolución Comunitaria como base técnica y social para un nuevo diseño ecológico del río.
  • Crear un comité de co-manejo Comunitario con representación vecinal, ambientalista, académica y municipal.
  • Prohibir cualquier intervención física en el cauce del río sin estudios de impacto ambiental y consulta pública abierta.
  • Designar al Río Piedras como “Zona de Interés Ecológico Especial”.

Hasta el momento, este proyecto de ordenanza no ha sido atendido por la Legislatura, lo que ha generado frustración entre las comunidades organizadas, quienes consideran que el municipio está incumpliendo su propio compromiso con la justicia ambiental y la participación ciudadana.

Las organizaciones comunitarias continúan exigiendo transparencia, respeto a los acuerdos establecidos y una verdadera inclusión en el proceso de toma de decisiones que afecta directamente su entorno y calidad de vida.